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¿POR QUÉ ESTAR EN VENCEDORES TODA LA VIDA?

por Judith C. de Gárrett

Mucha gente tiene reservas ante el hecho de que el tratamiento de la codependencia a través de los grupos de apoyo de los Doce Pasos es perpetuo. No aceptan la necesidad de hacerse "dependientes" de algo para poder dejar su codependencia. Hay muchas razones para esto y muchas respuestas que darles para vencer esta resistencia.

A veces, la resistencia es resultado de la misma negación que es parte de la codependencia. Uno no quiere aceptar que nunca va a poder superar al 100% su incapacidad e ingobernabilidad. "Si aprendo unos preceptos, estaré bien. No necesito del grupo, sino entender más mi problema para superarlo," piensan. Es un choque con nuestra independencia y nuestro concepto de responsabilidad el aceptar necesitar de un grupo durante toda la vida. Uno de los aspectos más peligrosos de la codependencia es pensar que si la entendemos, la podremos controlar. Es nuestra propia negación que nos dice, "No dependas de nadie. Te fallarán como lo hicieron los demás. Estudia el problema y tú lo controlarás." Solo Dios puede controlar el problema que sea.

No llegamos a ser codependientes del grupo. La codependencia es una relación enfermiza. En un sentido llegamos a ser "sanamente interdependientes" con los miembros de nuestro grupo, que es parte del plan de Dios para el ser humano. (Véanse Génesis 1:26-27, 2:18, Efesios 4:16.) Como todos necesitamos a la iglesia (Nadie dice, "¿Por cuánto tiempo necesito asistir a los cultos? ¿No es suficiente ya?"), algunos de nosotros, los codependientes u otros adictos, necesitamos otro tipo de contacto con compañeros que padecen lo mismo para seguir tratando el problema que tenemos. La negación también nos dice que podemos solos, pero el Espíritu Santo se muestra de una forma muy especial en los grupos de VENCEDORES, y nos hace reconocer nuestros errores y nos guía a soluciones que solos no encontramos. En el grupo tenemos más oportunidades para reconocer lo que no hemos podido ver en nuestras propias vidas.

Otro buen motivo para seguir en el programa de VENCEDORES es la naturaleza de la enfermedad de la codependencia. La codependencia es una enfermedad espiritual. No es una enfermedad cualquiera. No responde a tratamientos como un virus responde a la medicina, disminuyéndose poco a poco hasta que desaparezca totalmente. Es una enfermedad crónica que no se cura, sino que se controla. La podemos comparar con la diabetes. Nadie que la tiene deja en un momento dado de padecerla. Sin embargo, si uno toma su insulina diariamente, la controla y vive una vida normal. Así nosotros podemos controlar nuestra codependencia si "tomamos la medicina," que son los Doce Pasos y la participación constante en un grupo de recuperación.

El énfasis en la perpetuidad de la participación en el programa no es para espantar o exigir un compromiso de nadie. Más bien, es para ser honesto desde el principio en cuanto al programa. Si lo tomas en serio y lo vives diariamente, encontrarás "la solución espiritual a nuestro problema común." Ésta ha sido mi experiencia y la de muchos a través de los años. Para mí, ha sido la mejor disciplina cristiana que he encontrado en los cuarenta años que tengo de cristiana. Creo que lo puede ser para ti también. De cualquier forma, la recuperación se vive un día a la vez. Por mucho que uno quiera comprometerse con el programa para siempre, no es posible. La naturaleza de la adicción hace imposible que se tome tal decisión de una vez por todas. Esta decisión se toma día a día, y a veces momento a momento. Déjame hacerte una invitación: Prueba este programa. Si no te sirve, sal de él. Si te sirve durante un año o dos, goza de estos años y después busca otra cosa. Pero si al cabo del tiempo, todavía estás encontrando otras manifestaciones del pecado y la adicción en tu vida, y si esto te sigue ayudando a encontrar soluciones y una serenidad plena en Cristo, sigue conmigo un día a la vez en el camino de los Doce Pasos que nos lleva cada día a una mejor relación con nuestro Poder Superior y con nuestros semejantes.