JÓVENES Y ADOLESCENTES

Muchos de los mismos problemas que pasan cuando los familiares están en un solo grupo pueden pasar cuando hay jovenes y adolescentes en un grupo de adultos. A veces se sienten incómodos y no pueden abrirse frente a los adultos. Temen que lo que dicen pueda llegar a sus familiares, especialmente cuando los adultos del grupo conocen a sus padres. O ven a los adultos como a sus papás, y no se atreven a compartir lo que puede ser criticado. Pero los menores también necesitan participar en los grupos. Si no hay un grupo especial para ellos, los adultos del grupo tienen que mostrarse abiertos y honestos para que los jóvenes participen. Con tiempo verán que pueden participar abiertamente sin ser juzgados y criticados.

Por el otro lado, es mejor tener grupos especiales para los jóvenes y adolescentes. Sus problemas generalmente tienen un enfoque diferente. La relación padre-hijo es diferente, por ejemplo, de la de esposos. El libro Un Día a la Vez en Al-Ateen se enfoca mejor a sus necesidades e intereses. Cuando es posible, se recomienda que se forme un grupo especial usando este material. La única diferencia de un grupo normal de Vencedores es que el grupo juvenil debe tener un "padrino," un adulto que participa en el programa que puede asistir también el grupo juvenil. No dirige el grupo, sino que está como asesor para ayudar en lo que se ofrezca.